Nigeria: 40 años de escasez

40 años de escasez de agua en Nigeria

Tres conflictos por el agua vigentes desde los años 80 | Publicado el 11 de diciembre de 2021

Nigeria está compuesta por 36 estados y cuenta con tres niveles de gobierno (federal, estatal y local). Esta descentralización ha provocado falta de coordinación y fragmentación de políticas a la hora de afrontar el problema de escasez de agua.

Los primeros conflictos por el agua tuvieron lugar entre los años 80 y 90, y uno de sus desencadenantes fue la recesión de la cuenca hidrográfica del lago Chad. Este se encuentra entre Nigeria, Níger, Camerún y Chad, y en las últimas décadas ha visto su cuenca fluvial reducida hasta el 95%.

En 1993, con intención de planificar y determinar el uso y gestión del agua, se aprobó el Decreto de Recursos Hídricos, el cual permite que cualquier ciudadano pueda coger agua de uso público sin afrontar un cargo económico. Sin embargo, el gobierno se reserva el derecho de estimar las regulaciones privadas, es decir, podría conceder licencias y anteponer los intereses del empresario frente a los de la población.

A medida que ha pasado el tiempo han surgido nuevos conflictos y la situación se ha vuelto cada vez más insostenible. Los más importantes han sido la contaminación por los vertidos de petróleo en el Delta del Níger; las protestas violentas de 2008 por la subida del precio del agua y los conflictos entre granjeros y pastores por los recursos hídricos de la región.

Estos fenómenos se deben fundamentalmente a dos factores: el rápido crecimiento demográfico y el clima cada vez más seco como consecuencia del cambio climático. La ausencia de precipitaciones y la creciente demanda de agua han puesto al país contra las cuerdas.

El conflicto que se ha visto más pronunciado en el tiempo ha sido el de los granjeros y pastores, en concreto, los Fulani, que destacan por ser nómadas y dominar el norte. La situación climática ha llevado a estos últimos a descender en busca de regiones menos secas donde realizar su actividad y, por tanto, ocupar tierras que tradicionalmente pertenecían a los agricultores.

En 2016, el gobierno del país intentó paliar la situación elaborando la Ley Nacional de Recursos Hídricos y, desde hace dos años, trabaja en el proyecto IWAVE en aras de evaluar la gestión y optimizar la metodología, pero aún no se han hallado resultados.

Algunos expertos, como Goldface-Irokabile, profesor de Derecho Nacional e Internacional de Aguas en Nigeria, centran el problema en el gobierno y su «supervisión ineficiente y difusa», ya que las leyes actuales no cuentan con «mecanismos adecuados» para la fijación de precios y resolución de conflictos.

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